ALL DIOGENE'S EDITION
De que la empresa en la que trabajo es atípica ya me percate a la semana de estar en la misma. Pero os puedo asegurar que a día de hoy, casí 9 meses después, me siguen sorprendiendo.
La bipolaridad, cual Nikki Sanders, del alma mater de esta empresa ha encontrado a un serio competidor en su segundo de abordo que hoy 27 de Marzo ha confirmado que sufre el sindrome de Diógenes.
Yo pensaba que se trataba del típico "reciclaje pesetero" para ahorrar unos eurines y de paso desarrollar su creatividad... ¡¡¡por que no veas la creatividad que exije el reciclaje!!!
Pero no, nooooo... ni muchisimo menos. Se trata de un caso claro del Sindrome de Diógenes. Totalmente.
Comenzo, todo esto lo que yo he visto con mis propios ojos, cambiando el microondas que teníamos en la oficina por otro, yo pensé que habían cambiado el de casa y que nos lo traían para que no nos quedasemos electrocutados (le faltaba el botón de puesta en marcha). Yo considero a eso "reciclaje pesetero" pero en el fondo es de agradecer que no quieran que se te quede el pelo como a Gloria Trevi. El microondas era de un vecino que lo iba a tirar. Más antiguo que el hilo negro, parece un prototipo, por que después de desecharlo por que no calentaba una mierda, ni siquiera giraba, imaginaos, un show, a pasado a formar parte de la decoración de la cocina (dicha decoración merece no solo un artículo en este blog, sino un monográfico en Interiores u Oficina al día... de ayer).
Al caso del microondas le han seguido una mesa (está forma parte de la decoración de la habitación donde curro), ha estado guardado las cajas de madera de algunos vinos que mandan no sé muy bien para qué, hubo una intentona con la nevera de otro vecino o del mismo, adivina (apostaría mi mano derecha a que las dos neveras que tenemos ahora no han sido compradas en Menaje del Hogar). Y lo último, lo más grande, lo que ha reconfirmado como decía antes ha sido...
¡¡¡¡Traer una caja con perchas de adivina donde por si las queremos!!!!
Apiadaos de él y llamar a los servicios sociales
1 comentario
el plumilla -
en mis tiempos de peón rellenaba contenedores, así que lo lógico era vaciarlos para cerrar un ciclo.
somos unos gitanos y cualquier día me veo robando flores de la almudena para decorar el despacho de quien yo me sé.
eso sí, debo decir he estado en empresas más atípicas, supongo nadie es inocente.
saludos